El alcance es el área más importante para definir en un proyecto porque es la base para su desarrollo sin importar la estrategia de proyecto definida; corresponde a la salida del proyecto basada en un producto, servicio o resultado.

Si bien en la actualidad la tendencia es integrar las distintas estrategias en función del contexto del proyecto, independientemente de la tendencia existente siempre se deberá focalizar en el alcance; si el alcance es incorrecto, el proyecto se verá impactado negativamente sin importar lo bien que se gestionen sus otras áreas.

Por otra parte, para obtener una definición adecuada del alcance, el equipo de proyecto deberá:

  • Comprender las necesidades de negocio: Entender el objetivo de negocio que se quiere lograr mediante el proyecto y definir un alcance en función de ese objetivo.
  • Identificar a todos los stakeholders y requisitos: Identificar al stakeholder que dio origen al proyecto para luego comenzar a identificar a todos sus stakeholders y así poder definir y acordar cada uno de los requisitos que conforman el alcance; debe estar alineado al objetivo de negocio y ser independiente de la técnica utilizada para su entendimiento: Historias de usuario, Casos de uso, etc.
  • Integrar el alcance: Cohesionar cada requisito entendido y acordado, agrupándolos por entregables, para obtener el producto, servicio o resultado solicitado.

Todo proyecto debe primero comprender las necesidades de negocio e identificar a todos los stakeholders con la finalidad de entender qué se necesita hacer; esto facilitará la integración final del alcance que lleve a la entrega de lo solicitado.

Una vez que el alcance se encuentre comprendido y acordado, el equipo de proyecto podrá lograr una adecuada definición de la estrategia, gestionar mejor las expectativas de los stakeholders y, por sobre todo, entregar el producto, servicio o resultado de acuerdo a las funcionalidades solicitadas.